Una discapacidad “invisible” es cualquier discapacidad que no resulta aparente inmediatamente. Si usted es padre de un niño con una discapacidad invisible, a veces puede ser más difícil abogar de manera efectiva por su niño.
Todos los niños necesita tener a alguien a su lado para ayudarle a navegar el mundo que les rodea. En el caso de un niño con una discapacidad invisible, esto puede lograrse explicándole a otros adultos los problemas que enfrenta su niño diariamente.
No se desanime cuando la gente diga, “Bueno, ¡yo lo veo bien!” En vez de eso, continúe enfocándose en su niño y ayude a educar a otros con respecto a su discapacidad.
Ayude a prepararlo para que tenga éxito en el ambiente del hogar, la comunidad y la escuela. En casa uno de los modos en que puede ayudarle es comenzar a enseñarle como él puede comunicarle a usted sus necesidades. Es importante, ya que en ocasiones incluso usted no puede ver siempre todas sus dificultades. También puede enseñarle a abogar por sí mismo dándole las palabras para hacerle saber a otros que necesita algo.
En la comunidad, puede ayudarle a encontrar actividades que se dirigen a sus fortalezas y que no se centren en sus limitaciones.
En la escuela, usted necesitará ser parte de un equipo junto a los maestros para ayudarles a que le den a su niño la oportunidad de tener éxito en el salón de clase. Puede abogar por él haciéndole saber a sus maestros cuáles son sus dificultades y lo que usted sabe que puede ayudarle con esas dificultades.
Recuerde que en ocasiones cuando una persona conoce a su niño por primera vez, esa persona no puede “ver” la discapacidad así que no sabe las dificultades que enfrenta su niño. Esto le puede causar frustración a usted y su niño. Más adelante, puede superar esto explicar calmadamente al personal médico, al terapéuta y a los profesionales de educación el tipo de ayuda que su niño necesita.