Si no puede mantenerse a flote, entonces no puede ayudar a una persona que se está ahogando. Si usted se deja perder en el papel de cuidador, corre el riesgo de sufrir agotamiento o estrés siendo el cuidador. Criar a un niño con una discapacidad es uno de los trabajos más difíciles y, aun así, uno de los más gratificantes del mundo. Pero a diferencia de otros trabajos, éste es uno que dura todos los días y todo el año.
Es fácil descuidarse de usted mismo cuando está tan ocupado todo el día cuidando a aquellas personas que lo rodean. Pero ¿quién va a cuidar de esas personas si usted ya no está lo suficientemente saludable tanto físicamente como emocionalmente? Eso, en pocas palabras, es porque es importante aprender como cuidarse a usted mismo.
Cuidar a un miembro de la familia que tiene una discapacidad puede agotar incluso al cuidador más fuerte. Estos consejos pueden ayudarle a mantenerse saludable a usted mismo y a aquellas personas a las que cuida:
Tarde o temprano, ser un cuidador va a traer a la memoria sentimientos dolorosos. Aprender a cómo distinguir los sentimientos auténticos, tales como los que se mencionan en esta sección, de los sentimientos destructivos y negativos que son productos de nuestros propios miedos, tales como los que se mencionarán en la próxima sección, puede ayudarle a mantener un equilibrio mental saludable.
Enojo o resentimiento - Puede sentirse enojado o resentido con el niño al que está cuidando, a pesar de que parezca irracional. O puede estar enojado con el mundo en general, o resentido con otros amigos o miembros de la familia que no tienen sus responsabilidades.
¿Qué significa si está enojado o siente resentimiento? Significa que es humano. Estos sentimientos son reales y comprensibles. Al mismo tiempo, no puede permitir que esos sentimientos se interpongan en su camino, o que lo mantengan abajo.
Si usted se da cuenta que se siente enojado o resentido, tómese un momento para usted mismo. A veces gritar en una almohada puede ser una liberación. Sobre todo, sienta compasión por usted mismo, del mismo modo como usted sentiría compasión por un buen amigo que estuviera en su lugar. Luego respire profundamente una o dos veces.
Sí, a veces es posible que se sienta enojado o resentido. Después de todo, es humano. Pero usted ama a su niño y se ama a usted mismo. Así que aprenda a reconocerlo, a procesarlo, y luego siga adelante.
Pena - Pueden existir muchas fuentes de pena para un cuidador. Podría sufrir una pena por el futuro que ve con su pareja y su niño. Podría sufrir una pena por las metas y los sueños que ha tenido que dejar a un lado. Y si su niño tiene una enfermedad terminal, sin duda está sufriendo la pena de perderlo algún día.
Al igual que sucede con el enojo, el sufrir una pena por estas situaciones es un síntoma de que usted es humano. La pena y la pérdida son parte de la vida tanto como el hecho de comer y respirar. Pero tenemos opciones de como reaccionar ante nuestra pena. No trate de fingir que todo está bien, ni trate de enterrar su pena en el alcohol o en las drogas.
En lugar de eso, dése permiso para sentir su pena, y dése el espacio y el tiempo para dejar que siga su curso. Usted es más resistente de lo que imagina. Cuando está apenado, puede parecer imposible escuchar; pero es verdad, no importa la causa de su pena, tendrá oportunidades de vivir mejores días en el futuro.
A diferencia de los sentimientos auténticos, como el enojo y la pena, estos sentimientos son interpretaciones negativas de nuestros propios pensamientos. Es absolutamente natural y normal si de vez en cuando surgen estos sentimientos. Todos los tenemos. Pero puede aprender a controlarlos y a minimizarlos. De hecho, es importante que lo haga para que se mantenga saludable.
Preocupación y ansiedad - Es posible que se preocupe acerca de como manejará las responsabilidades adicionales del hecho de cuidar y sobre que le pasará a su niño si algo le pasa a usted.
Preocuparse es siempre inútil y destructivo. Se basa en expectativas negativas de eventos futuros. Pero no se puede saber que pasará en el futuro, entonces ¿por qué preocuparse al respecto y sentirse desdichado? Probablemente manejará bien las responsabilidades adicionales. ¿Va a cometer errores? Por supuesto. Todos cometemos errores. Pero el hecho de preocuparse y estar ansioso no va a ayudarle a ser un mejor cuidador, simplemente le hará sentirse infeliz. Y finalmente, podría poner en peligro realmente su capacidad para cuidar a su niño.
El hecho de cuidar es bastante difícil sin la preocupación innecesaria. Déjela ir. La vida continuará sin ella.
Culpa - Es posible que se sienta culpable por no hacer más, por no ser un "mejor" cuidador, o por no tener más paciencia, o por no hacer un mejor trabajo en aceptar su situación.
Nuevamente, es natural y comprensible que pueda sentirse de esta manera. Pero al igual que la preocupación, la culpa es siempre inútil. No ayuda nunca nada, sólo le hace sentirse pésimo. ¿Y qué sucede cuando usted se siente pésimo? Es aun más difícil ser un buen cuidador.
Ámese a usted mismo y pierda el sentido de culpabilidad. ¿Quién (aparte de usted) dice que debe ser un mejor cuidador? Está haciendo lo mejor que puede, y eso es todo lo que cualquiera de nosotros puede hacer. Sentirse culpable no lo hará un mejor cuidador, pero aceptarse a usted mismo por lo que es, lo hará ser mejor cuidador.
Pregúntele a un cuidador con experiencia como hace para cuidarse a sí mismo, y probablemente le dirá que busque ayuda cuando la necesite. Aquí hay algunas fuentes de apoyo a las que pueda recurrir:
Lea "Los 8 consejos esenciales para prevenir el agotamiento del cuidado" de The Friendship Circle. Le ayudará a detectar los síntomas de agotamiento y le ayudará a evitarlos en el futuro.