NO SE NECESITA SIEMPRE UNA AGENDA
PARA JUGAR

Los niños pueden ser un poco desordenados, los niños pueden ser divertidos; ellos lloran, gritan, se ríen y juegan ---  y juegan un poco más. Pero cuando estamos criando a un niño con una discapacidad, a veces podemos quedarnos atrapados en el "por qué" de lo que estamos haciendo. Estructuramos su juego para trabajar en sus habilidades de motricidad finas, estimular el lenguaje,  desarrollar sus habilidades sociales. Estamos tan enfocados en ayudarles a desarrollarse a través del juego que a veces nos olvidamos de dejarlos jugar sólo por el hecho de jugar.


Es importante que usted como cuidador pase tiempo con su niño de una forma cariñosa y despreocupada. El hecho de que nuestros niños tienen una "etiqueta", como un diagnóstico o una discapacidad, no significa que ellos son esa etiqueta.
Tenemos que recordar que se trata de su infancia y que deberán ser capaces de hacer las cosas que todos los niños hacen.

¿Significa eso que los juguetes y las actividades que disfruten tienen que ser los mismos que los de sus compañeros de la misma 
edad? No, pero no hay dos niños exactamente iguales de todos modos. Niños diferentes disfrutan de diferentes actividades, 
vistas, sonidos, juegos y juguetes.


Pero el objetivo es el mismo. Queremos que disfruten de tiempo de juego, que estén con sus hermanos, padres y amigos, al igual que cualquier niño. Como todos los niños, deben ser capaces de disfrutar de su infancia en la mayor medida posible. Y les dejamos hacer eso simplemente dejando que nuestros niños sean niños. 

ENCUÉNTRESE CON SU NIÑO AL NIVEL DONDE ESTÁ


Su niño le necesita como padre amoroso que lo ve por la persona que es. Encuéntrese con su niño al nivel de su desarrollo. Si a su niño de cinco años de edad le encanta el sonido de un sonajero, deje que lo explore agitándolo y jugando con él. Consiga algunos agitadores baratos en una tienda de música o haga uno propio con arroz dentro de algunos huevos de plástico. El punto es de notar  lo que les interesa y ayudarles simplemente a divertirse con ello.

Tómese el tiempo para jugar y deje de lado algo de su estrés diario que le aporta su vida cotidiana al tener un niño con una discapacidad. Aprenda lo que es divertido para usted y para su niño.

Está bien decir: "hoy sólo vamos a jugar” -- sin citas, sin investigación, sin experimentos de desarrollo, y sin decir “qué pasaría si”. Es sólo usted y su niño en el momento y divirtiéndose.